San Clemente de Tahull, el Pantocrator y el Valle del Boí
El valle del Boí destaca por el numero y la importancia de su arquitectura románica. El conjunto de iglesias tiene una cronología que va desde finales del siglo XI a los inicios del XII y algunas de ellas recibieron bien entrado ya el siglo XII decoración. Las iglesias que forman el conjunto son San Climet de Taí¼ll y Santa María de Taí¼ll, Sant Joan de Boí, Santa Eulalia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat y Sant Quirc de Durro, Santa María de Cardet y la Assumpció de Coll. La mayoría son sencillas iglesias de pequeña planta, de tres naves de muros de sillarejo, cubiertas de madera y bóveda de cañón. Los campanarios destacan por su esbeltez, son torres exentas de planta cuadrada y servían para la comunicación en el territorio del valle. Además muchas de ellas el patrimonio artístico incluye también frontales de altar, diversas tallas y conjuntos escultóricos con el tema del descendimiento.
A comienzos del siglo XX este pequeño y aislado valle del Pirineo leridano se convirtió en objeto de una serie de campañas de estudio del Románico, que culminaron con el traslado de las pinturas de estas iglesias al Museo Nacional de Arte de Cataluña, formándose así una de las colecciones de arte románico más importantes de Europa y posiblemente la de mejor calidad de pintura de esa época.
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Estado actual con la reproducción del fresco |
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En 1920, antes de la retirada del altar y de los frescos |
Uno de los conjuntos de pinturas más importante es el de San Clemente de Tahull, del que el Museo guarda los frescos del ábside central, los de los arcos triunfales y también el ábside norte o del Evangelio. Se trata sin duda alguna de las obras cumbres de la pintura medieval, aunque desconoces todo sobre (Read more…)