La Sainte-Chapelle, alarde del Gótico más radiante
La llegada del Gótico impuso por toda Europa una estética completamente novedosa basada en la búsqueda de una estructura diáfana que permitiera llenar el edificio de luz. Este objetivo se logró en muchos edificios, pero en pocos tan claramente como en la Sainte-Chapelle de París, en la que el muro es sustituido por completo por enormes vitrales que crean en el interior un espacio casi irreal y celestial.

Se trata de una iglesia de dos niveles, y de una única nave cada uno de ellos; la planta inferior destinada a los cultos públicos, y el piso superior, el más espectacular reservado a la devoción privada del rey. Para sostener la grandes bóvedas y poder eliminar el muro el arquitecto no recurrió a la solución propiamente gótica de amplios arbotantes, sino que estos son sustituidos por sólidos contrafuertes que descargan el empuje de los nervios las bóvedas de crucería, el espacio entre ellos queda libre por (Read more…)