MAVEN LLEGA ARTE BUSCANDO SU ATMOSFERA PERDIDA.
Los astrónomos están convencidos de que hace miles de millones de años, Marte era un planeta mucho más parecido al nuestro: cálido, con grandes volúmenes de agua en su superficie y una atmósfera densa y protectora. Sin embargo, el paisaje actual es el de un desierto infinito, árido y frío, envuelto en una capa gaseosa tan delgada como el papel de un caramelo, expuesto a las radiaciones y el viento solar. Qué ocurrió para que se produjeran cambios tan radicales es lo que pretende ayudar a descubrir la sonda estadounidense Maven (Mars Atmosphere and Volatile Evolution), que alcanzará la órbita marciana en la madrugada del próximo lunes tras un viaje de diez meses y 711 millones de kilómetros.