GLíšCIDOS, PEORES QUE GRASAS ANIMALES
Doblar o incluso triplicar el consumo de grasas animales no entraña un aumento en la sangre del porcentaje de ciertas grasas saturadas nocivas para el sistema cardiovascular, afirma una investigación que acusan a los glúcidos del incremento.
16 participantes fueron sometidos a un régimen alimentario de cuatro meses y medio. Cada tres semanas, la parte de los glúcidos o hidratos de carbono (pan, pasta…) se aumentaba progresivamente mientras que la de los alimentos que contenían grasas animales saturadas (carne, queso) era reducida. El número de calorías y de proteínas se mantenía estable.