La sombra del anónimo, Javier Sánchez Jiménez, 2ºA
La sombra del anónimo, Javier Sánchez Jiménez, 2ºA
La sombra del anónimo
Conocióse hace mucho tiempo un rico conde sin casa y sin castillo, pues su casa eran los caminos y los hostales de las diferentes ciudades que visitaba, y bien se jactaba de ello con posaderos y transeúntes.
Mas un día encontróse con un monje camino a Guadalupe.
El conde detuvo su carruaje y preguntó:
-¿A dónde os dirigís joven monje?
-He de llevar un mensaje al monasterio de Guadalupe.
-¡Casualidad! A Guadalupe me dirijo yo, sube mi nuevo amigo.
-¡Que Dios os bendiga! Ya empezaba a notar la fatiga del caminar.
-No hay nada que agradecer, mas yo no creo en Dios ni hombre que guíe mi camino.
-Entonces dime, ¿quién eres tú que no crees en Dios?
-Soy el conde de…
-No, eso es un título, dime quién eres.
-Soy Federico García
-Ese es tu nombre, dime quién eres.
-Soy un hombre que va siempre en busca de aventuras.
-Eso no son más que adjetivos.
En ese momento llegaron al monasterio:
-He de marchar- dijo el monje.
El conde pidió al monje adentrarse en el monasterio con él para continuar con esa conversación que tan intrigado le tenía.
A las dos horas el conde salió del monasterio, y sin decir palabra dio la libertad a sus siervos, y de nuevo sin decir palabra se marchó para asentarse en la ciudad de Guadalupe.
Sus siervos hicieron muchas especulaciones; unos decían que había enloquecido por tan extraña conversación, otros que le habían lavado el cerebro… ¿la verdad? Se enterró con el conde, junto al monasterio de Guadalupe.
Javier Sánchez Jiménez
Consejería de Educación y Empleo
Junta de Extremadura