La decadencia y fin del Imperio Bizantino
A partir del siglo XI, el Imperio comenzó a entrar en decadencia por varias causas:
1- La presión de los árabes y turcos. Los árbes en su expansión conquistaron las provincias más ricas (Egipto, Palestina y Siria), lo que agravó la crisis económica ya existente. Los turcos se conviertieron en enemigos de Bizancio y lanzaron muchos ataques contra sus fronteras.
2- La crisis económica, propiciada por las continuas guerras limitaron el crecimiento y el rendimiento agrícola y afectaron al comercio. Además, las rutas marítimas fueron controladas progresivamente por mercaderes italianos. Las consecuencias fueron:
– El despoblamiento rural, ya que los campesinos se arruinaron y emigraron a las ciudades, sobre todo a la capital.
– La descomposición del ejército debido a su elevado coste de mantenimiento.
Poco a poco, el Imperio fue cediendo territorios hasta que en 1453 las tropas turcas se apoderaron de la capital, Constantinopla, último reducto bizantino. El Imperio desapareció después de mil años de existencia.