
Australiano de origen, rápido de crecimiento, feo de aspecto y explotado por la industria más sospechosa –la farmacéutica— o por la más contaminante –la del papel—, el eucalipto parece un buen candidato a la especie biológica más odiada del planeta. Entonces, ¿por qué leer su genoma? Primero, porque es difícil ignorar al árbol más plantado del mundo. Segundo, porque es
(Read more…)