EL ADN SOBREVIVE DURANTE EL VIAJE ESPACIAL
Los cohetes lanzados desde la estación espacial Esrange, en el norte de Suecia, llevan décadas realizando vuelos suborbitales para estudiar cómo afecta la microgravedad a materiales, compuestos químicos y moléculas orgánicas.
Durante la investigación del impacto de la gravedad en células humanas, los investigadores de la Universidad de Zúrich decidieron pegar unas bacterias al casco del cohete en la misión TEXUS 49. El cohete de sondeo llevaba en varias zonas del exterior muestras de unas moléculas de ADN bacteriano: plásmidos.