ANIMALES INCUBADORES
Hace poco, la ingeniería de tejidos pertenecía a la ciencia-ficción. Pero como ha ocurrido en otros ámbitos de este fértil campo de la creatividad, las quimeras imaginadas están cada vez más cerca de convertirse en realidad. Eso es justamente lo que está ocurriendo con la ingeniería de tejidos. Una investigación permite un salto importante: la posibilidad de utilizar embriones de animales como incubadora para crear tejidos humanos.
De momento es un salto importante a escala de investigación básica, pero dada la velocidad puede que sus aplicaciones prácticas no estén tan lejos. Hemos pasado de averiguar los complejos mecanismos del desarrollo de una célula embrionaria, a manipularla de tal modo que podemos aspirar a crear tejidos y órganos completos. Algunos de sus frutos forman ya parte del reino de lo real. Se ha creado piel y cartílago, pequeñas arterias y vejigas artificiales que ya pueden utilizarse en la práctica clínica y hasta ha sido posible implantar una tráquea completa a una paciente.