LA CIENCIA Sí RECUERDA TODOS LOS NOMBRES
Es un apuro por el que todos hemos pasado alguna vez. Comienza cuando te das cuenta de que necesitas llamar a el chico que trabaja al otro lado de tu oficina , el de la camisa azul y simpátiquísimo, como pudiste comprobar tras varias horas de conversación en la última fiesta anual de la empresa. Automáticamente haces el amago. Y entonces, cuando es demasiado tarde, ocurre. «Oye, perdona, eehhhh… sí, tú —ufff ¿cómo era su nombre?—». No, ya no hay remedio y sí, se ha notado que no sabías cómo se llama. Sin embargo, de cara al futuro, puede que la Ciencia haya dado con la solución.