EL EQUINODERMO MíS ANTIGUO DESVELA SUS TRUCOS PARA COMER
Sofisticadas técnicas de ingeniería han servido para recrear cómo el agua marina interactuó con un fósil de hace 500 millones de años. Uno de los equinodermos más antiguos del registro fósil, Protocinctus mansillaensis, ha sido analizado por un equipo internacional de científicos británicos y españoles, que ha descubierto que este pequeño animal de dos centímetros se alimentaba de forma muy diferente a la que emplean hoy en día las especies de sus grupos más primitivas.