E. Verhaeren: I – POR LA COSTA CANTíBRICA
Buscábamos una diligencia a todo trance con mulas viciadas, dispuestos a rodar por los precipicios, a romper los arreos y matar al mayoral. Los paisajes hacían desearlos; con furia de artistas íbamos preparados a lo que nos reservase la casualidad; guisotes rojizos, calamares negros, quesos petrificados; la posada grasienta y perforada por los insectos. Buscábamos algo nuevo y distinto de (Read more…)