El príncipe Feliz en el Centro Penitenciario
Así comienza el célebre cuento de Oscar Wilde. Su protagonista, la estatua dorada de un príncipe, contempla la ciudad desde su pedestal. Desde allí, es testigo de injusticias que provocan su tristeza y le hacen llorar. Una golondrina se convertirá en su gran aliada para luchar contra ellas.
Alberto, Israel, Mª Jesús y Javier fomentan la lectura en las aulas del Centro Penitenciario con este cuento de hadas. Allí, el libro se convierte en un espléndido amigo que ayuda a los reclusos a evadirse de la realidad y con el que pueden saltar los muros porque las historias les permitirán volar hasta muy lejos.